Coincidiendo con el Día Internacional de la Juventud, CCOO ha denunciado el constante empeoramiento de las condiciones de vida y trabajo de los jóvenes desde el inicio de la crisis y ha vuelto a exigir el fin de unas políticas que están empobreciendo al conjunto de la sociedad y, especialmente, a toda una generación a la que se le está negando el presente y el futuro.
Hoy tienen un empleo la mitad de los jóvenes de entre 16 y 29 años que lo tenían en 2008, según el Instituto Nacional de Estadística. En esa misma franja de edad, una de cada tres personas que trabaja lo hace a tiempo parcial, frente al 17% de hace seis años; de hecho, mientras actualmente hay 459.500 jóvenes con una jornada parcial no deseada pero aceptada ante la imposibilidad de conseguir un trabajo a jornada completa, en el segundo trimestre de 2008 quienes se hallaban en estas circunstancias eran sólo 271.200. La temporalidad juvenil ha vuelto a repuntar en los últimos meses hasta situarse por encima del 51%, y el salario medio de los menores de 30 años no supera los 11.860 euros.
Estas cifras, sumadas al abuso de las becas o al empleo sumergido, reflejan una realidad inaceptable de precarización del trabajo que afecta en su día a día a la inmensa mayoría de la juventud, que no puede planificar y desarrollar proyectos de vida a medio y largo plazo. Esta circunstancia se evidencia en el descenso constante de la tasa de emancipación juvenil: en la actualidad, según el Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España, sólo dos de cada diez menores de 30 años viven fuera del hogar familiar.
EFECTO DESÁNIMO Y EMIGRACIÓN
Los datos del Instituto Nacional de Estadística también ponen de manifiesto la caída sostenida de la población activa entre los grupos de menor edad. Concretamente, hoy hay un millón y medio menos de jóvenes de hasta 30 años trabajando o buscando empleo que al inicio de la crisis. El llamado 'efecto desánimo', que lleva a miles de personas a apartarse del mercado laboral ante la seguridad de que no van a encontrar un puesto de trabajo, es un factor que contribuye a explicar el fenómeno, pero no es el único.
La emigración no ha dejado de crecer desde 2008. A pesar de las dificultades para determinar el número exacto de personas que se han visto forzadas a salir de España por razones económicas, el número de jóvenes nacionales empadronados en otros países ha ido aumentando de forma constante en los seis últimos años, lo cual esconde un drama que el Gobierno desprecia de un modo grosero al defender abiertamente la “movilidad exterior” como una de las soluciones al paro.
En este Día Internacional de la Juventud, CCOO vuelve a exigir el fin de unas políticas que no sirven para crear empleo, sino para repartir el que ya hay abaratando y empeorando sus condiciones, al tiempo que empobrecen a la mayoría de la sociedad, pero también llama a la juventud a que se organice sindicalmente para plantar cara a la precariedad y defender sus derechos.
Hoy tienen un empleo la mitad de los jóvenes de entre 16 y 29 años que lo tenían en 2008, según el Instituto Nacional de Estadística. En esa misma franja de edad, una de cada tres personas que trabaja lo hace a tiempo parcial, frente al 17% de hace seis años; de hecho, mientras actualmente hay 459.500 jóvenes con una jornada parcial no deseada pero aceptada ante la imposibilidad de conseguir un trabajo a jornada completa, en el segundo trimestre de 2008 quienes se hallaban en estas circunstancias eran sólo 271.200. La temporalidad juvenil ha vuelto a repuntar en los últimos meses hasta situarse por encima del 51%, y el salario medio de los menores de 30 años no supera los 11.860 euros.
Estas cifras, sumadas al abuso de las becas o al empleo sumergido, reflejan una realidad inaceptable de precarización del trabajo que afecta en su día a día a la inmensa mayoría de la juventud, que no puede planificar y desarrollar proyectos de vida a medio y largo plazo. Esta circunstancia se evidencia en el descenso constante de la tasa de emancipación juvenil: en la actualidad, según el Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España, sólo dos de cada diez menores de 30 años viven fuera del hogar familiar.
EFECTO DESÁNIMO Y EMIGRACIÓN
Los datos del Instituto Nacional de Estadística también ponen de manifiesto la caída sostenida de la población activa entre los grupos de menor edad. Concretamente, hoy hay un millón y medio menos de jóvenes de hasta 30 años trabajando o buscando empleo que al inicio de la crisis. El llamado 'efecto desánimo', que lleva a miles de personas a apartarse del mercado laboral ante la seguridad de que no van a encontrar un puesto de trabajo, es un factor que contribuye a explicar el fenómeno, pero no es el único.
La emigración no ha dejado de crecer desde 2008. A pesar de las dificultades para determinar el número exacto de personas que se han visto forzadas a salir de España por razones económicas, el número de jóvenes nacionales empadronados en otros países ha ido aumentando de forma constante en los seis últimos años, lo cual esconde un drama que el Gobierno desprecia de un modo grosero al defender abiertamente la “movilidad exterior” como una de las soluciones al paro.
En este Día Internacional de la Juventud, CCOO vuelve a exigir el fin de unas políticas que no sirven para crear empleo, sino para repartir el que ya hay abaratando y empeorando sus condiciones, al tiempo que empobrecen a la mayoría de la sociedad, pero también llama a la juventud a que se organice sindicalmente para plantar cara a la precariedad y defender sus derechos.