En palabras de Ignacio Fernández Toxo, el contenido del acuerdo se aleja de las soluciones a los graves problemas laborales y sociales que ha generado la crisis y la gestión que se ha hecho de esta, e insiste en un modelo de empleo precario que, incluso, se verá agravado con propuestas como la de reducción a tres de las modalidades de los contratos de trabajo, lo que que además agrandará el agujero en las cuentas de la Seguridad Social.
Si las certezas que ofrece el texto del acuerdo son preocupantes, no menos lo son las lagunas o ausencia de cualquier compromiso para derogar las reformas laborales, lo que revela también la apuesta por un modelo productivo sostenido en la precariedad.
Asimismo, CCOO lamenta el "olvido" de la necesidad de una reforma fiscal o de impulsar la Ley de Dependencia y de otras materias igualmente importantes que permitan evitar la pobreza y la exclusión social a millones de personas, como la Renta Mínima Estatal para atender las necesidades más esenciales de algo más de 2 millones de personas que carecen de empleo y de unos recursos económicos mínimos, y el incremento del Salario Mínimo Interprofesional, entre otras medidas.
Finalmente, el secretario general de CCOO ha insistido que son necesarias otras políticas distintas a las de austeridad, por cuya continuidad apuesta el acuerdo entre PP y Ciudadanos y, en este sentido, ha emplazado a abordar las “20 Actuaciones Urgentes para el progreso y el bienestar social” que CCOO y UGT han trasladado a todas las formaciones parlamentarias, de forma para que, lejos de la ambigüedad y de títulos grandilocuentes como el del acuerdo entre PP y C´s, se aborden soluciones a los problemas de las personas.
Primeras valoraciones de CCOO y UGT sobre el acuerdo de investidura Partido Popular-Ciudadanos
No existe en el mismo un proyecto de país una visión integral de los cambios dirigida a reformar nuestras bases productivas, nuestro estado de bienestar y nuestro sistema democrático que esté a la altura de los retos que debe afrontar España, y que permita construir una senda de progreso sólida y duradera, que redunde en una mejora de la calidad de vida de todos los ciudadanos y ciudadanas.
Se trata de un conjunto de medidas bastante deslavazado, en gran parte de ellas enunciado con poca precisión, y que apuesta por la continuidad de las políticas desarrolladas, lo que, tras el fracaso de las políticas sufridas desde 2010, resulta muy preocupante. España necesita mucho más que un listado de actuaciones puntuales que maquillen, en ocasiones para bien y en otras para mal, el fracasado modelo de desarrollo actual; España necesita una revisión global de su modelo de crecimiento y de sus estructuras institucionales con el objetivo último de poner en el centro de las políticas a las personas.
Nada de esto se aprecia en el documento firmado por PP y Ciudadanos. En este sentido, casi por encima de las medidas que incluye, resultan muy esclarecedoras las ausencias de algunas actuaciones, que ponen de manifiesto el sesgo continuista y escasamente social de los cambios propuestos.